Un viaje íntimo a la casa y al alma de uno de los grandes artistas argentinos.

En lo profundo de las sierras de Córdoba, rodeada de monte agreste y caminos polvorientos, se encuentra una casa que parece detenida en el tiempo. Allí vivió sus últimos años Fernando Fader, uno de los grandes nombres del arte argentino, cuya obra marcó una bisagra entre la tradición académica y la sensibilidad moderna.
Nuestro nuevo documental —titulado también Fader, el pintor del silencio— propone un recorrido visual y narrativo por la casa museo que el artista habitó en Ischilín, donde todavía resuenan los ecos de su pincel y su contemplación del mundo.
El artista, nacido en Francia en 1882 y radicado en Argentina desde joven, fue uno de los grandes impulsores del impresionismo en nuestro país, aunque su estilo personal trascendió las escuelas para convertirse en una mirada única: íntima, luminosa, profundamente argentina. Su obra retrató la vida rural, los niños, el trabajo, la tierra y la luz. Una luz que se cuela como protagonista silenciosa en cada una de sus telas.
Desde la serenidad de Ischilín, Fader pintó sin estridencias. Con una paleta contenida pero sensible, le habló al alma del paisaje y de las personas. Por eso, más que un artista de escuela, fue un poeta del color y la atmósfera. Un pintor del silencio.
Te invitamos a descubrir o redescubrir a este creador fundamental, cuya casa permanece como faro cultural y emocional en el norte cordobés.
Mirá el documental completo a continuación: